
CAPÍTULO 2: EL NOMBRE DEL PODER. EL PRIMER DESAFÍO
Fabelo recurrió al Maestro Rafael, un webmaster experimentado con una gran experiencia en la creación de reinos virtuales, en busca de consejo. El Maestro Rafael aclaró:
"Primero debes reclamar un dominio para poder crear un sitio web".
Sirve como su identidad y el nombre que todos los usuarios utilizarán para localizarlo. Pero tenga en cuenta: elegir un nombre es sólo un aspecto de la elección de un dominio. Debe ser memorable, comprensible y pertinente.
Fabelo asintió y lo pensó detenidamente. Había encontrado sitios web con direcciones desconcertantes repletas de números impares y palabras arbitrarias. No importa qué tan bien construyera su sitio web, sabía que, sin un nombre de dominio atractivo, a la gente le resultaría difícil encontrarlo. El Maestro Rafael le dio a Fabelo un pergamino antiguo, el Pergamino DNS.
"Esto guiará a los usuarios a su reino, trazando su camino a través de la vasta Internet".
Para ayudar a los viajeros a encontrar su camino, Fabelo descubrió que el DNS (Domain Name System: Sistema de nombres de dominio) convertía los nombres de los sitios web en direcciones IP, de forma muy parecida a un gran libro de mapas.